Reportaje del Correfocs en L'Eliana

Un reportaje fotográfico del «correfocs» de l’Eliana realizado en uno de los últimos que se pudieron celebrar antes de la pandemia.
Basadas probablemente en el «Ball de diables», documentado desde el s.XII, son unas celebraciones muy populares que se extienden desde el sur de Francia hasta el sur de nuestra Comunidad y en las que la pirotecnia y los fuegos artificiales tienen todo el protagonismo.
En La Eliana se celebran los «correfocs» la noche de “Sant Antoni del Porquet”, entre otros actos populares como la «Fesolà», que se reparte entre todos los asistentes en torno a una gran hoguera en la plaza del Ayuntamiento.

Mini galería de fotos

Debido a la visualización web algunas imágenes pueden aparecer recortadas. Pulsa sobre ellas para verlas completas.

Qué son los «correfocs»

Los encargados de las fiestas mayores del pueblo, Clavarios, «Fadrins» y «Festeres» conforman la «colla», que se meten en sus característicos ropajes de «dimonis» con cuernos y realizan un recorrido por las calles del pueblo seguidos por Sant Antoni y por la gente que se les va uniendo. Detrás de ellos, la banda de música.

Estos «dimonis» van sacando de unos zurrones todo tipo de petardos y bengalas, que van soltando a su paso sin cesar. Cuentan, además, con diferentes artilugios y vehículos que se llenan de fuegos artificiales que iluminan la calle y la llenan de chispas, fuego y color por donde van pasando.
En una especie de improvisada coreografía demoniaca, agitan unos bastones coronados por bengalas giratorias que dan el efecto de paraguas de fuego bajo los que se va cobijando todo aquel que se atreva a acercarse.

Cualquiera puede unirse al pasacalles siempre que se tomen las medidas de seguridad adecuadas ya que estás continuamente bajo las chispas de los «dimonis». Utilizar ropa de algodón, protección para los ojos y manos y también un pañuelo cubriendo nariz y boca para protegerte un poco del humo, es mucho más que recomendable.
Irás perfectamente con unas botas y ropa vaquera, protección para los ojos una capucha de algodón que proteja el pelo y un pañuelo para la cara. Aún así, alguna chispa te entra por el cuello y te da un buen susto. Protégete bien.

Luces y sombras, rojo fuego y humo

En las fotos se ve perfectamente que en cuanto te acercas al grupo, que caminan repartidos por la calle, te ves rodeado de fuego, humo y chispas. Es un espectáculo impactante y muy atractivo visualmente.
El ritmo de lanzamiento de pirotecnia y bengalas es continuo, no hay lugar para el descanso y lo más sensato es alejarse de vez en cuando a recobrar el aliento.
El peligro es relativo si se siguen las medidas de seguridad y se hace caso a las instrucciones de los «dimonis» que en cualquier momento te pueden pedir que te alejes o que evites una zona concreta.
Incluso los más pequeños disfrutan caminando junto a ellos debajo de un paraguas de fuego y chispas.

Artilugios del infierno

Entre los artilugios que se van paseando por la calle con el «correfocs» hay bicicletas modificadas para alojar un sinfín de bengalas, ruedas gigantes con fuegos artificiales en todos sus radios, paraguas de chispas… un sinfín de inventos para llenar la calle de fuego y color.
Dependiendo de la velocidad y dirección del viento, te convendrá colocarte en un lado u otro de la calle y si lo que quieres es disfrutar de la fotografía, te recomiendo incluir un teleobjetivo por si necesitas alejarte un poco de vez en cuando.

Final del recorrido

Después del recorrido por varias calles del pueblo, todo el mundo se concentra en la plaza del ayuntamiento donde los «dimonis» del «correfocs» realizan una especie de «bailes» con las bengalas y encienden los últimos fuegos artificiales que incluyen espirales de todo tipo y más fuego, y más chispas, y más humo.

Si no lo has visto nunca, te recomiendo que te acerques a disfrutarlo cuando puedas. Es espectacular.
Puedes ver otros reportajes en mi página dedicada a los reportajes y fotografía para empresa e instituciones.